viernes, 15 de febrero de 2019

CREACIÓN Y LIBERACIÓN

Del Mito de La Creación a la Verdadera Libertad del Individuo


Rvdo. Samuel D Febo Cotto
2/3/2012



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Algunas personas podrían leer el título de esta breve reflexión y detenerse cuestionando de que se trata lo escrito y quizás sentirse un tanto impulsadas a leer.  Sin embargo, habría quien ante la lectura del mismo darían alaridos transgresores con palabras como: blasfemia y herejía y luego, correrían pavorosos  lejos del texto una vez arrojado y enviado al infierno.

De cierto modo, me parece necesario por lo antes mencionado, empezar formulando una definición de mito y lograr quitarle el peso peyorativo de la palabra.  

El Mito, del griego Mythos (cuento) es un relato imaginario de hechos extraordinarios que procura la explicación de significados ulteriores, es decir, misterios, de hechos que aún no han sido científicamente o históricamente entendidos.[1]


En este contexto y definido así, el antropólogo social francés Claude Lévi-Strauss plantea que un mito trata de una pregunta existencial que está constituida por contrarios irreconciliables y provee una reconciliación de esos polos contrarios para poner fin a la angustia que produce.[2]


Observemos ahora el Mito de la Creación. Para el lector desapercibido, parecería que este texto trata exclusivamente del modo en que Dios fundó el Universo y la vida.  Si este fuera el caso, el interés del mito sería, contestar a la pregunta: ¿De dónde proviene todas las cosas?, en un entendimiento donde todo proviene de algún lugar y ante la ausencia de una explicación de la procedencia original de las cosas, serviría la idea de Dios para explicar y consolidar todo en un ente que elimina la angustia de la pregunta de la existencia misma. Aunque me parece que esta explicación es razonable y que ciertamente uno de los temas de este mito trata del origen de la existencia, no me parece que sea el tema primordial, ni tampoco el más importante, aun cuando el tema está explícitamente expuesto.



Para poder comprender mejor este texto hay que entender socioculturalmente, económicamente, geográficamente e históricamente lo que le acontece al pueblo que relata este mito. No es posible explicar, a la vez correctamente y en brevedad, la complejas relaciones que se dieron durante el periodo de tiempo en que este pueblo redacta su Mito de la Creación. Sin embargo, hay ciertos aspectos que se pueden señalar para ayudar a entender la situación de manera general.

Aquí un puntero de guía:


A.    Los eventos narrados en el Antiguo Testamentos que son pre-mosaicos, Creación, Era de los Patriarcas y otros relatos subyacentes, son aproximadamente del periodo correspondiente al 2000 a.C. al 1500 a.C. o concebidos durante este periodo.[3]


B.    Los eventos narrados pertenecen a un periodo de suma turbulencia social para los pobladores del antiguo Cercano Oriente.[4]


C.    Tanto los que narran como de lo que se narra está fuertemente influenciado por los pueblos con los que interactuaban a su alrededor. Los Cananeos, Egipcios, Hititas, Sumerios, Babilonios, Acadios y otros.[5]


D.  Este texto se manejó oralmente por siglos antes de ser escrito.[6]



Ahora si podemos empezar a ver que otras opciones plantea el texto. El primer aspecto que llama a la atención es una evidente incongruencia argumentativa en el texto. De esta partiremos a nuestra explicación alternativa.




Dice el texto que en el día primero Dios creo la luz y la separó de las tinieblas.  Gen 1:3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. (RV 1960) Sin embargo, no es hasta el día cuarto que Dios crea al sol y a la luna.  Gen 1:13-18:

“13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero.


14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años,

15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.

16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.

17 Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra,

18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno."


Esto puede parecer un error o interpretarse como una ignorancia del redactor del mito pero realmente no hay que ser muy observador como para percatarse que la luz viene del sol y que así esta expresado directamente en el texto, por lo que no puede ser un error.  Así que hay que preguntarse, 



¿Cuál puede ser el motivo de situar la creación de la luz y luego a de la creación del Sol?


Entendiendo que el pueblo que escribe este mito se encuentra oprimido política y culturalmente por el pueblo de Egipto, se asume la redacción del Génesis en algún periodo entre el Exilio de Egipto o durante la dominación egipcia 1500 a. C. al 1400 a. C. aproximadamente. 



Sabiendo que el dios principal del pueblo egipcio lo era el sol no puedan decir que lo primero fue la luz que emitió el sol.  No solamente creó Dios el sol y luego que la luz, sino que también se crearon las plantas, que muy bien sabían los antiguos que dependían del sol para su existencia.  Mirando detenidamente, podemos observar que hay incluso un recuento de los dioses de la antigüedad en esa creación de Dios entre los cuales sobresale, el sol, la luna, el cielo, la fertilidad y la tierra.


Para el pueblo de Israel esta creación más allá de ser un recuento de eventos fantásticos o un recuento de deidades para deslegitimar las deidades de la antigüedad.  Fue una forma de decirle a las personas, no temas que lo que tus opresores dicen es falso y tu Dios es el que creó todo y por tanto no te quiere sometido a otras cultura y otros “dioses.” Atrévete y vive tu cultura, se libre y obedece solamente a Dios. Era claramente un grito de independencia.



Hoy día debemos retomar ese significado y retomar ese tremendo Mito de la Creación. No así el significado de entretenimiento si Dios creó o como Dios creó.  Si el mal fue creado por Dios o si ya estaba con Dios, si Dios creó tabula rasa o si ya habían elementos para la creación, estas preguntas que tanto nos gusta hacernos en las iglesias no tienen utilidad para la gente y no aportan al crecimiento del individuo, resultan ser filosofía y retórica. Pero no así el significado libertario del mito.



Hoy tenemos que liberarnos de los dioses que nos oprimen. El dios del dinero, el dios del poder y el dios del placer son solamente algunos de los muchos dioses modernos a los que día a día le rendimos culto y adoración. Estos dioses al ser venerados en las vidas y obras de los individuos y no en los altares de las estructuras religiosas, al menos no de manera obvia y visible, se nos escapan al entendimiento y terminan siendo más poderosos que los dioses de la antigüedad y adorados más vehementemente. 

De la misma manera que como ocurría con el pueblo de Israel, así los que dicen que solamente sirven a un Dios, le están sirviendo a muchos dioses, pero con la triste complicación de que su ignorancia al respecto no los deja abandonar sus errores y diariamente se hunden más en su error.

[1] Definición personal de uso.
[2] Mejor explicado por Lévi-Strauss en:
Lévi-Strauss, Claude, and Héctor Arruabarrena. Mito y significado. 1a. ed. Mexico, D.F.: Alianza Editorial, S.A., 1989.  Y
Lévi-Strauss, Claude. El pensamiento salvaje. 1. ed. México: Fondo de Cultura Económica, 1964.
[3] Buttrick, George Arthur, Walter Russel Bowie, Paul Sherer, John Knox, and Samuel Terrien. The Interpreter's Bible. New York: Abingdon Press, N.D. p. 294
[4] Ibid. p. 294
[5] Charpentier, Etienne. Para leer el Antiguo Testamento. 1981. Reprint, Estella (Navarra): Editorial Verbo Divino, 1993. p. 20
[6] Buttrick, George Arthur, Walter Russel Bowie, Paul Sherer, John Knox, and Samuel Terrien. The Interpreter's Bible. New York: Abingdon Press, N.D. p. 294

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