miércoles, 28 de enero de 2015

El Malestar en la Iglesia


El Malestar en la Cultura Iglesia... 


La Iglesia, vista como una institución tiene muchas similitudes a otras instituciones. Conocer esto es importante para entender lo que es la Institución-Iglesia. Hablemos de la iglesia como institución.

Cabe mencionar aquí, que cuando en las escrituras mencionan “La Iglesia”, no se refiere a la institución sino a la comunidad de creyentes que por Fe ha decidido cambiar sus vidas y vivir el ejemplo de Cristo.


Entendido sociológicamente las instituciones, una vez formadas tienden a la auto-preservación. No como arte de magia sino por las acciones de sus propios miembros.  Esto es así porque las instituciones son creaciones humanas. Ellas no existen como existe una roca sino que se forman de ideas, actitudes y valores. Éstas son más ideológicas que reales. Las instituciones son sumamente estables sin embargo pueden sufrir cambios ya que son las mismas personas que las sostienen o las destruyen. Las instituciones no tienen vida propia sino que es la actividad humana la que le da vida y las preserva. Las mismas, permanecerán mientras cumplan alguna función social. Las instituciones religiosas vistas de esta manera son producto humano en continuo movimiento; parte de un proceso que por su estabilidad reconocemos que cumple además un propósito social.

Dicho eso también reconocemos que las instituciones no son monolíticas ya que tienen tensiones internas. Esto incluye todas las iglesias y la Iglesias Metodista no es la excepción. 

Como en todas las instituciones existen facciones e intereses dentro de la iglesia y esto provoca la creación de coaliciones. Las coaliciones son personas y grupos que se organizan para responder a esos intereses. Este proceso de por si no es malo y debería producir un concurso de ideas que bajo un proceso justo y democrático la iglesia se beneficie. 


Es sumamente común que una coalición tome el control de la institución o en nuestro caso la iglesia. Controlan el rumbo que ha de seguir la iglesia por encima del deseo de todos los que no piensan como ellos.  Controlan los procesos y controlan las decisiones. Como consecuencia el proceso justo y democrático y el concurso saludable de las ideas son sustituidas por mecanismos de control institucional y una visión unilateral de la iglesia, la religión y el mundo. 

Esto choca y contradice las enseñanzas bíblicas donde el Señor repartió los dones entre TODA la iglesia, no a un grupo en particular. Este proceso de “toma de control” no permite que estos dones del espíritu se manifiesten y la iglesia se empobrece espiritual y moralmente.

Tanto poder representa una gran tentación para aquel cuya fibra moral es débil y no se semienta en las enseñanzas de Jesús. Recordemos que fue con el poder y las riquezas que Satanás tentó a Jesucristo. Fue también el mismo Jesús que nos enseño a resistirlas con su propio ejemplo.

Ciertamente el ser humano es capaz de sostener gran penuria pero si queremos conocer el verdadero carácter de un hombre o mujer solo tienes que darle poder y lo sabrás.

Lamentablemente, cuando la finalidad del grupo en control transforma sus objetivos en uno de preservar el poder, es imposible lograr una ética de amor y justicia para la iglesia. Sin una ética de amor y justicia no somos Iglesia, solo somos una institución más.


En este proceso; las convicciones que pudieron haber tenido algunas de las personas en un principio, son relegadas por la preservación del poder y los beneficios que ella trae. Que triste. 

Finalmente diré: Laico y ministros, hermanos todos que creen en la verdadera Iglesia son los únicos que pueden detener este malestar en "la Iglesia". Para ello es necesario una participación activa en los procesos de la iglesia y una vigilancia constante de estos procesos por amor a Jesucristo y la Iglesia.

Un Malestar en la Iglesia

por David Febo

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