sábado, 25 de mayo de 2019

Terapias Reparativas: Luteranos y Episcopales

Libertad Religiosa y Terapias Reparativas

Rev. Felipe Lozada Montañez

Obispo Emérito de la Iglesia Evangélica Luterana 

Rev. Felipe Lozada Montañez

Debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios” ( 1 Juan 4:7 ). asegurar que los hijos e hijas de Dios sean tratados de forma similar en el interior de la Iglesia así como en la vida civil y social. Las Terapias Reparativas profundizan el estigma del prejuicio y no tienen fundamento científico. Contradicen los avances en el área de la medicina, psicología y salud pública. 

La Organización Panamericana de la Salud pronunció en 2012 que las Terapias Reparativas “constituyen una violación a los principios éticos de la atención de salud e infringen los derechos humanos de las personas afectadas protegidos por regulaciones internacionales y regionales.” Por todas estas razones nos oponemos rotundamente a la aprobación del proyecto sobre Terapias Reparativas. 

Estados Unidos ya atienden este asunto. El Proyecto provoca un enfrentamiento seguro de interpretaciones y malos entendidos con las libertades y derechos asegurados constitucionalmente y fiscalizados por agencias locales y federales. Este Proyecto abre caminos para el discrimen de todos los hijos e hijas de Dios. Ciertamente no es bueno para nosotros ni para las generaciones futuras de Puerto Rico, y por lo tanto no se debe aprobar. 

Curry, nos recuerdan que: “Jesús comenzó el movimiento más revolucionario en toda la historia de la humanidad. Un movimiento basado en el amor incondicional de Dios por cambiar no solo sus vidas, sino la vida misma del mundo.” 

Los proyectos que atentan contra la igualdad de los hijos e hijas de Dios no son bienvenidos y no pueden ser aprobados.

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Rvdmo. Rafael L. Morales Maldonado

Obispo de la Iglesia Episcopal, Diócesis de Puerto Rico Rvdmo. Rafael L. Morales Maldonado

“Debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios” ( 1 Juan 4:7 ).
La Iglesia Episcopal tiene una larga trayectoria de trabajo y reflexión buscando asegurar que los hijos e hijas de Dios sean tratados de forma similar en el interior de la Iglesia así como en la vida civil y social. Las Terapias Reparativas profundizan el estigma del prejuicio y no tienen fundamento científico. Contradicen los avances en el área de la medicina, psicología y salud pública. La Organización Panamericana de la Salud pronunció en 2012 que las Terapias Reparativas “constituyen una violación a los
principios éticos de la atención de salud e infringen los derechos humanos de las personas afectadas protegidos por regulaciones internacionales y regionales.” Por todas estas razones nos oponemos rotundamente a la aprobación del proyecto sobre Terapias Reparativas.

En el caso del Proyecto sobre Libertad Religiosa, nuestra constitución y la de los Estados Unidos ya atienden este asunto. El Proyecto provoca un enfrentamiento seguro de interpretaciones y malos entendidos con las libertades y derechos asegurados constitucionalmente y fiscalizados por agencias locales y federales. Este Proyecto abre caminos para el discrimen de todos los hijos e hijas de Dios. Ciertamente no es bueno para nosotros ni para las generaciones futuras de Puerto Rico, y por lo tanto no se debe aprobar.
Las palabras del Obispo Primado de la Iglesia Episcopal, Muy Reverendo Michael Curry, nos recuerdan que: “Jesús comenzó el movimiento más revolucionario en toda la historia de la humanidad. Un movimiento basado en el amor incondicional de Dios por el mundo. Y un movimiento que envía a las personas a vivir ese amor. Y al hacerlo, a cambiar no solo sus vidas, sino la vida misma del mundo.”

Los proyectos que atentan contra la igualdad de los hijos e hijas de Dios no sonbienvenidos y no pueden ser aprobados.